Las recurrentes inundaciones y las modificaciones ambientales que se han producido y acelerado en los últimos años encuentran fundamentos en la deforestación de bosques y montes nativos en el país, indican especialistas
Esas áreas que actuaban como esponjas y mitigaban el impacto de abundantes precipitaciones, han mutado en sus usos y funciones, lo que derivó en la degradación y pérdida de beneficios múltiples.
En Entre Ríos, durante el período 2007-2017 se perdieron 135.000 hectáreas por deforestación, según apuntó la doctora Noelia Calamari, investigadora de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La estadística corresponde a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Calamari remarcó: “Si bien esos datos, las 135.000 hectáreas en una década, muestran una tendencia decreciente en la tasa de deforestación provincial, es importante destacar que la mayor proporción de dicha deforestación ha venido ocurriendo en las categorías de bosque en las que por su valor de conservación, de biodiversidad y servicios ambientales, está prohibida la deforestación o desmonte, según la Ley Nacional N° 26.331 y la Ley Provincial N° 10.284 de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos”.
Entre las causas de esta reducción de la superficie de bosques mencionó la expansión de la frontera agrícola, la ganadería bajo bosque, la implantación de pasturas en áreas deforestadas, los incendios naturales e intencionales y la explotación forestal. “Todo ello ha conducido a una reducción del 70% de la superficie de bosque nativo (comparando con estimaciones realizadas en 1914, según el Censo Forestal Nacional). Asimismo, también se ha modificado la estructura y el funcionamiento de los bosques, con la consiguiente pérdida y cambios en la biodiversidad”.
En cuanto a las zonas entrerrianas más afectadas por esta situación, Calamari situó que los mayores cambios se registran en los departamentos del centro-norte, aunque adelantó que en los próximos meses tendrán más detalles cuando se iniciará un trabajo de relevamiento con otros profesionales del INTA para toda la región del denominado Espinal, que incluye gran parte de la provincia de Entre Ríos, pero también abarca sectores de las provincias de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, San Luis, La Pampa y Buenos Aires.